Otoño

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jueves, 13 de septiembre de 2012

...YA LLEGA A LLOMBERA LA FIESTA DEL SANTO CRISTO DE LOS REMEDIOS...


 Ermita del Santo Cristo de los Remedios, situada a lo bajero del pueblo a los pies de la Peña el Castro y del hermoso faedo que parecieran querer proteger a esta bella Ermita del siglo XV y cuya primera cofradía, bajo el nombre de La Encarnación, se fundó en 1762 y posteriormente, en 1928, se fusionó con otra cofradía del Santo Cristo de los Remedios ordenándose luego en una sola.






CRÓNICA DEL DÍA DE LA FIESTA 
DEL SANTO CRISTO 



Hoy día grande en Llombera se celebra la fiesta del Cristo, la fiesta más tradicional y antigua que tenemos en el pueblo, celebrándose la exaltación de la Santa Cruz que conmemora la veneración a las reliquias de la Cruz de Cristo.
(El fragmento de la Cruz de Cristo de mayor tamaño se encuentra en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana (Cantabria, España), donde es venerado por miles de fieles cada año).

Y en Llombera, situada a lo bajero del pueblo a los pies de la Peña el Castro y del hermoso faedo que parecieran querer protegerla, se encuentra nuestra bella Ermita construida en piedra en el siglo XV, con uniones de pared construidos mediante sillares y amplio arco de medio punto de sillar que da paso a un pequeño pórtico en el que se halla la puerta de entrada, jalonada por dos óculos ovales con cerco de sillar. Sobre dicho arco se eleva el campanil desde donde la pequeña campana llama a la gente cada vez que, con motivo de alguna celebración, la ermita abre sus puertas.
La primera cofradía, bajo el nombre de La Encarnación, se fundó en 1762 y posteriormente, en 1928, se fusionó con otra cofradía del Santo Cristo de los Remedios ordenándose luego en una sola.

Y este año 2012, como siempre al son del campanín, se anunciaba el comienzo de la procesión y de  la Misa, oficiada por Don Marcial, en la Ermita del Santo Cristo del Amparo o de los Remedios.


Con un día esplendoroso y después de la salida de la Misa, nos dirigimos hacia el bar, donde nos esperaba el vino español con el riquísimo escabeche que, como ya es tradicional, se ofrece el día del Cristo.            
                           


Hacia las seis de la tarde, en la plaza situada delante de la ermita, comenzaba el taller espectáculo “tadetako” con Rubén Fernández.

Grandes y pequeños disfrutamos de las formaciones que se pueden hacer con los distintos tamaños de tablillas de madera 


    
 y con varios juegos que Rubén fue organizando, haciéndonos pasar una tarde muy amena y divertida.





A eso de las nueve y media comenzaban en el bar los preparativos para la cena, en la que todos los años nos juntamos. Qué rico estaba todo…Esas patatinas con carne y esa ternera asada… Y para rematar, la tarta de la abuela a base de galletas y chocolate, mmm… La cena transcurrió en un ambiente agradable y distendido, en el que se disfrutó de la buena compañía de amigos y familiares (este año tuvimos la mala fortuna de que Alicia se cortara con un vaso y este hecho nos dejó fatal pero, después del susto, la fiesta continuó en los téminos previstos como “no podía ser de otra manera”).





                              







 Y así hasta llegar al baile, amenizado por la disco móvil “Amnexia”.
 Llegando al descanso del baile, se comenzó a preparar el sorteo de las cestas que se llenan con productos de los que los comerciantes suben a vender a Llombera.
El primer sorteo fue de la cesta que se rifa entre todos aquellos vecinos que, gentilmente, dan un donativo para poder realizar la fiesta.
La rifa premiada fue el número 3, que este año tocó en el Barrio Abajo, resultando agraciados Aurora y Kiko.

La segunda cesta se sorteó entre todos los comensales que nos juntamos el día de la cena del Santo Cristo. La rifa premiada fue el número 14 y le tocó a Remi.
                                         
 La tercera y cuarta cesta se concedieron a los ganadores del concurso de pasodoble, que lo bailaron como nadie y éstos fueron: Severino y Ana.
                                    
Y... Seguía el animado baile a ritmo de rumbas, salsa, pasodobles…



























Y fuera, en el muro de la escuela y como ya es costumbre en ellos, estaban Javi y José enfundados en el traje del ‘equipo oficial de hacer queimada’. La riquísima “Queimada”, que este año estaba especialmente dulce... Dulce y riquísima! Con ese toque que sólo ellos le saben dar.

Al día siguiente y después de la Misa de la Cofradía, podíamos disfrutar del taller de cuentacuentos “Cirkofrénicos”. que nos entusiasmó con habilísimos malabares, encandilando a grandes y pequeños.



Y asina en buena compañía y disfrutando de la fiesta, nos hemos reunido en Llombera otro año más por el Cristo!.