Corullón es un bonito rincón del Bierzo, asentado en la ladera del monte San Sadurnín y cuyos valles riega el río Burbia.
Posee un maravilloso castillo del
siglo XV, antaño cubierto de hiedra, que
aún conserva los bastiones que coronan el torreón, fuerte y cuadrado cuan
fortaleza de piedra ennegrecida, con almenas que se recortan en el paisaje,
escudos de armas y fuerte reja de hierros enlazados.
Es
de destacar su iglesia de San Pedro de estilo románico y reformada en la
actualidad.
Estas
tierras han estado pobladas desde la prehistoria, como lo demuestran los
numerosos "castros" aquí localizados, sobre todo el de San Sadurnín
en la cima del monte que domina el pueblo. En la Alta Edad Media fue un
importante centro de monacato y eremitismo.
No podemos
dejar de mencionar también al periodista y poeta
nacido en Corullón, Antonio González Guerrero:
“La poesía es aquello capaz de conmovernos, de emocionarnos,
de producir en nosotros un goce, un deleite, una sensación”.
Este Berciano ilustre cursó estudios de Filología Española
en la Universidad de León, de Traducción e
Interpretación en la
Facultad “Lucien Cooremans” de Bruselas y de Filología
Francesa en esa capital, en París y en Madrid.
En 1975 obtuvo el grado de Titulado Superior en Estudios
Franceses Modernos y en 1976 fue profesor de Lengua Francesa.
Entre sus obras citaremos:
- El peso de mi sombra (1980)
- Tres estados del alma y otros relatos (1981)
- No le pongas grilletes a la aurora (1982)
- Amalur (1984)
- Génesis del recuerdo (1985)
- Memoria de la desesperanza (1987)
- Poemas del corazón ausente (1991)
- Bajo la agria luz de los cerezos (1994)
- Carta irlandesa (1996
- Los dioses y los días (1996)
- El país de la nieve (1997
- Tomaré nuevamente la palabra (1997)
- Pentagrama de junio (1999)
- Recurso a la memoria (2000)
- Catulo en Malasaña (2003)
- Si vuelvo atrás los ojos aún recuerdo (Antología) (2004)
- A casi humo de pajas (2007)
- O no cabe la luz (2007)
- He venido de nuevo (2011
Recibió numerosos premios, entre los que se encuentran:
Premio “Vela Síller” (1985)
Premio Internacional de Poesía
“Juan Alcaide” (1992) por el poemario "Bajo la agria luz de los
cerezos".
Premio de poesía “Ciudad de Toledo”
(1996).
XXIV premio
“Bahía” de poesía (2000) por el poemario "Recurso a la memoria".
El 26 de diciembre de 2008 tuvo lugar en Corullón un acto de homenaje a su memoria en el que se
presentaron a título póstumo sus dos últimas obras y se le puso su nombre a la
calle en la que nació y vivió su infancia. (Información recogida en Internet)
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Pues eso que, desde aquí, desde Corullón hemos traído las ricas castañas para poder hacer este año el magosto en Llombera.
Primero contaré que, ayudados por la juventud, comenzábamos
la tarde del viernes a adornar el bar para pasar la noche de Halloween.
Y como no podía faltar en toda fiesta de Halloween que se precie: La tradicional calabaza, que se decoró con gran esmero.
No
faltaron las horripilantes telarañas con sus arañas incluidas, murciélagos,
ratones, calaveras, farolillos y guirnaldas de calabazas, fantasmas, esqueletos,
carteles de bienvenida, una rata toda ‘espelurciada’ que causó más de un susto
entre las mujeres que estaban tan tranquilas en el bar, jugando a las cartas.
Y como no podía faltar en toda fiesta de Halloween que se precie: La tradicional calabaza, que se decoró con gran esmero.
Llegaba el sábado, y a pesar del tiempo tan desapacible que hizo durante toda la mañana, cuando llegó la tarde comenzó a abrir el día dejando una estupenda tarde ‘pal’ tiempo que estamos…
Y aprovechando el momento, se comenzó a hacer una buena lumbre en el bidón para poder asar los 50 Kg. de castañas.
Mientras tanto en la cocina, se preparaba el vino tinto con
azúcar y la merienda para la fiesta de Halloween que se les da a los jóvenes: Tortillas
de patata, sándwiches variados, pizzas, y el rico “potaje de brujas” (despojos de murciélagos y
vejiga de rata) a ver quién se atreve a comerlo!!
Este año como novedad, se trajeron los bollos preñaos, que
resultaron tener mucho éxito, pues a pesar de haber encargado 100 bollos, nos
quedamos escasos… Bueno, para el año que viene más!
Los más mozos llevaban preparándose desde las cinco de la
tarde, pintándose y disfrazándose como era menester…
En un momento dado, empezaron a bajar por la calzada y a
aparecer por ‘tras’ por el callejo de la casa la escuela, unos personajillos
que daban un poco de miedo… Brujitas, vampiresas, zombis, Dráculas…
Y todos con sus calderos en mano fueron pidiendo “truco o
trato” a todos los que estaban en el bar, que ya se habían preparado
previamente con docenas de dulces para la ocasión.
Daban las ocho de la tarde y comenzaban a salir las primeras
castañas asadas, que se fueron repartiendo en los cucuruchos de papel de periódico,
así como el bollo “preñao” que nos hizo Ángel el panadero, un chocolatin
caliente,
acompañado de los ricos bizcochos que nos hacen Camino y Yolanda, nuestras panaderas preferidas y todo esto regado por ese vino tinto con azúcar de Rueda traído especialmente para esta fiesta de otoño.
Y asina departiendo y pasando el rato otra vez con la
llegada del magosto, tuvimos un motivo más para estar con los nuestros en
nuestro querido pueblo, Llombera.
“Los hombres sin raíces tienen el
vuelo corto como un gallo”
(Antonio González
Guerrero)