CRÓNICA DEL DÍA QUE PAPÁ NOEL  VISITÓ LLOMBERA

24 de Diciembre, Nochebuena en Llombera, noche de ilusión, de revelación y bienvenida.

Ya estaban los niños (y los no tan niños) de Llombera, impacientes porque Papá Noel parecía retrasarse un poquitín… Cuando de repente se empezaron a oír unas campanillas a lo lejos… Por La Portilla creo… Pues yo juraría que fue por ahí por donde vino…

Llegó majestuoso, con su traje rojo, su gran barba blanca, esa pinta que se gasta de bonachón y con su característico “jo, jo, jo”…

Este año y como novedad, venía acompañado por Mamá Noel, que repartió caramelos entre los niños generosamente.

Papá Noel se sentó en su sillón dispuesto para la ocasión y fue recibiendo a los niños uno por uno y preguntándoles si se habían portado bien y si habían estudiado mucho este año. A lo que todos respondieron que ¡claro que sí! que habían sido los mejores niños del mundo…

Una vez que los más pequeños habían pedido sus regalos a Papá Noel, los mayores quisieron hacer lo mismo, sentándose en sus rodillas y contándole lo buenos que habían sido. Papá Noel también los premió con un puñado de golosinas.

Ya bien entrada la noche, nuestro particular Papá Noel se despidió de este pueblo de Llombera y prometió volver el año que viene, para hacer que la ilusión y las ganas de reír no se pierdan.
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